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KATAPHRAKTÓS

“Quizá nos encontremos frente a frente algún día,/

Quizá nuestros disfraces nos logremos quitar./

Y ahora me pregunto…cuando ocurra, si ocurre,/

¿ sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?”/ (9-12)

Alfonsina Storni “Un día”

 

Nuestra imagen nos proyecta, nos define ante la mirada del otro, la apariencia es proyección y protección a un tiempo. En cualquier caso establece un nuevo y distinto límite de nuestro cuerpo con el entorno. Nuestro ser es  único y en determinados  momentos  se encierra bajo el catafracto de una idea ansiada.

 

La coraza es una pieza de armadura protectora, una forma con fines  de defensa que cubre el torso, un tipo de protección para proteger al portador mientras va  a la batalla.  Continuamente creamos bloques ante lo inseguro buscando demostrar poderío y asustar al presunto agresor o para atraer una atención indirecta.

 

En este  mundo contemporáneo vemos que la mayoría de corazas son invisibles y por lo tanto inconscientes, detrás de ellas guardamos emociones, anhelos. Como en un sueño habitamos  especies de disfraces, vestimentas virtuales y parafraseando a Gastón Bachelard  “hay que saber soñar sobre los sueños”.

 

Es a través del uso  de  un lenguaje metafórico   y de la interpretación simbólica  del catafracto que planteo en  esta nueva propuesta, creando  contextos imaginados, teniendo la mirada y la presencia femenina como centro, combinando y elaborando composiciones cuyas diversas partes mantienen una identidad común que surge  de lo más profundo del subconsciente y que  por momentos fluctúa entre lo claro y  lo insondable, dentro de una base analítica binaria de claro/oscuro, simetría/asimetría, cromático /acromático, temporal/atemporal.

 

Se manifiestan en las obras presentadas geometrías directoras y matrices formales simbolizando contenidos lógicos en contrapunto con lo absurdo, apelo al uso de la intensidad y variedad del  color  como acentos emocionales que generen vínculos  de atención con el espectador.

 

Para renacer a sí mismo necesitamos ir a la búsqueda de nuestra verdadera identidad, más allá del catafracto, en la profundidad de nuestro ser.

 

*Catafracto (del griego κατάφρακτος, kataphraktós, palabra compuesta que quiere decir ‘totalmente’ —κατά— ‘cubierto, cerrado, protegido’ —φρακτός—; en latín: cataphractus. Antigua armadura,  especie de coraza.