JUEGOS DE LA MEMORIA
En esta muestra Arbulú continuará con su ya antigua búsqueda de la ambigua relación existente entre realidad y representación. Aludiendo al proverbio dictado por Cicerón ‘la cara es el espejo del alma’ –y la frase anónima que lo completa- ‘y los ojos sus delatores’, el artista explora la interrelación existente entre el rostro/expresión como vehículo del alma, buscando que en la mirada ajena se descubra ese espejo en el cual el sujeto se contempla, tras haber sido contemplado y los ojos en los que pretende internarse, son los propios. El artista intenta trascender la estructura de su propio recuerdo, organizada naturalmente en imágenes asociativas, forzando rupturas temporales y espaciales para crear –recreando paisajes interiores que surgen, a modo de evocaciones, en el interjuego artificioso de imágenes extraídas de épocas lejanas que son descontextualizadas y arrebatadas de su narrativa original. El resultado son retratos acompañados de puntos de referencia y objetos que se hacen presentes como juguetes del pasado, elementos lúdicos que como símbolos aluden a la infancia y también a los inquietantes tiempos actuales.
En palabras del pintor: La memoria frecuentemente evoca, almacena, reprime o sustituye hechos o experiencias vividas; en esta muestra selecciono, decido y me apropio del mundo cotidiano y del pasado, y a través de la fuerza inventiva busco que se transfigure en algo distinto, que me lleve a ver más allá de la cosas. Reflexiono acerca del paso del tiempo, de ese pasado flotante e impreciso, valiéndome de la quietud como elemento importante que sostiene al movimiento. Dentro de este juego realizo combinaciones de situaciones temporales cargadas de un sentido ambivalente, que conducen a posibles asociaciones, aunque no siempre me develen toda la verdad.
Tatiana Paez