PINTURAS

 

Sala Luis Miroquesada Garland Centro Cultural de Miraflores. Lima-Perú

 

Sobre la obra del artista, Pablo Macera sostiene:..»Esta quinta muestra de José Luis Arbulú es una exposición obsesiva del mismo símbolo, nunca sabemos bien que significa o pretende ser este perro-felino, negro o fantasmal. Su antecedente más lejano lo encontramos en la segunda muestra de Arbulú con las fieras fantásticas, translúcidas, luminosas y feroces. Vimos nuevamente a estos seres en su cuarta exposición pero apenas como personajes complementarios de sus paisajes, no obstante el poder que ya contenían estas figuras, padres de las creaturas de hoy.

 

En fondos plata, cobre y oro las bestias imponen ahora sus siluetas siempre en asociación con los bambúes que Arbulú  presenta agresivos y mutilados como si fueran lanzas de combate. El hábitat del perro ha sido trabajado con un sentido del vacío que quizás sea su mayor deuda con la tradición china junto con el deliberado manejo de los opuestos complementarios.

 

No es difícil ordenar, dentro del tiempo de Arbulú,  la aparición de estos animales. En el más antiguo de esta muestra los elementos compositivos estaban siendo explorados sin alcanzar su libertad : los bambúes en la zona superior no flotaban como si consigue que lo hagan en  “La Pelea”, más reciente. Asimismo las montañas, que inicialmente se plegaban  en curvas, luego adquieren reposo y gravedad, son estructuras y volúmenes independientes válidos por si mismo.

 

Hay en el autor la intención obvia de agotar la magia y el simbolismo de estas figuras para representar lucha , reposo  y quizás  hasta animales vencidos o formas de ensoñación y paz.  ¿Cuántos otros seres fantásticos encierra el bestiario personal de José Luis Arbulú?